sábado, 15 de mayo de 2010

TT, ni Timmy Turner ni Todo Terrendo, Tío Travesti

Releyendo mi blog me di cuenta que en “lavandina” me gano el inconsciente, si lees con atención te vas a dar cuanta que comencé diciendo que el autor de aquella polémica frase dicha en una amena cena familiar había sido un primo mío, sin embargo mas tarde me contradigo y sin querer digo la verdad, aquel sujeto fue mi tío, como mas adelante en la entrada manifiesto.
No fue por mentir ni mucho menos que tergiverse la verdadera historia de aquel hecho, fue simplemente para simplificar lo sucedido e ironizarlo ya que aquello fue de una trascendencia mayor en mi familia.
Podría decir que aquello termino con el polémico comentario, pero que había empezado mucho antes, casi en la adolescencia de mi madre y mi tío (aunque ahora se me prohíbe decirle así, lo tengo que llamar por su nombre, Humberto). Ellos se llevan cuatro años (Humberto es menor), cuentase que cuando el hermano menor de mamá daba sus primeros pasos por el sendero de la aberración sexual (aproximadamente a los 17 años, según pude inducir de los relatos de mamá), mi progenitora como siempre husmeando en las cosas ajenas lee del diario intimo de su hermano (ya tener un diario al los 17 es bastante homosexual debo decir) los sentimientos que lo cruzaban con un amigo de su padre. Ante el desconcierto, y por la forma en que me lo ha contado, asco de mamá, actúa como toda gran hermana, le dio el diario intimo de aquel futuro puto a mi abuelo. Aunque corría la década de los 60, mi abuelo distaba y siempre distó de ser un hippie pacifico y comprensivo. Resultado, un castigo moral y coercitivo callo sobre la espalda del pequeño Humberto, mi mamá poco convencía de que aquello pudiera “corregir” a su hermano siguió acechándolo hasta aquella noche trágica.
Ya mi tío tenía 19 años y al parecer se había “curado”, por lo menos se rumoreaba a forma de chisme en el pueblerino Lanús de entonces que él solía verse con una mujer, lo que dejaba tranquilo a su padre pero nunca a la yegua de mi vieja. Aunque ella ya tenia asuntos que atender (ya estaba de novio con mi futuro padre y había comenzado a hacer carrea dentro del Banco Nación de la “Ciudad”, lugar de donde era empleado de mantenimiento su novio) todavía se daba el tiempo como para vigilar de cerca los movimientos sentimentales de su hermano, y es que si en algo se destaca esa mujer es en no tener paz.
Resulto que mi tío era indeclinablemente gay y había comenzado a explorar su dark side junto con un grupo de castrados. Simplemente se dedicaban a compartir charlas acompañados de su destape sexual, nada del otro mundo, entre ellos era uno mas feo que el otro y uno mas marica que el otro por lo que, como en un puzle, las piezas encajaban, pero era horrible lo que formaban. Como un grupo de amigos que comparten el gusto por algo, intercambiaban nombres de actores porno o revistas que habían comprado al otro lado de la ciudad, todos estos son datos que mamá exagero con repudio.
El punto es que ella se entera de estos encuentros y sin saber, pero sospechando, y segura de que eran todos una manga de “asquerosos homosexuales” (tal cual fueron sus palabras) convenció a su inocente hermano para que hagan una de sus encuentros en su casa, la propuesta me imagino fue en un tono casi de compinche, porque es el único modo en que me cabe que mi tío halla aceptado tan falsa proposición, supongo que se abra embelesado con la posibilidad de tener alguien de la familia de su lado, grave error, creí que la conocía mas.
Un par de pizzas, algunas cervezas y cigarrillos para ambientar la reunión en un tono más straight, se encerraron en el cuarto y comenzó sus recurrentes charlas. Ni bien, dijo mi mamá, escucho la palabra pija, despertó a su papá he irrumpió aquel sofocado amiente de puntillas, y encontró tres revistas, poco osadas supongo por la época, pero extremadamente eróticas, provocativas y homosexuales que por el exalto intentaron esconder bajo las sabanas sin lograrlo, con una cara de odio digna de la situación, según la traidora, mi abuelo se abalanzo sobre los tres adolescentes vociferando y tirando golpes que tuvieron su impacto en mi tío. Lo echaron de la casa y en Lanús todos se enteraron, un destino semejante les tocó a los otros dos chicos.
Creo que los hermanos mas unidos del mundo desde entonces, solo se vieron para el velorio de su madre si mal no recuerdo y claro para aquella cena familiar totalmente forzada por el solo hecho de fingir frente a unos viejos amigos de la familia.
Creo que es entendible el querer hacer algo menor de esto, no es una historia que me interese contar, pero me parece genial que los pezones de mi tío estén igual de estirados de lo que mi madre quisiera estar

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